lunes, 23 de febrero de 2015

Fauna y flora


  • Flora de Japón


La flora de Japón se caracteriza por su gran variedad de especies. En Japón hay unas 4.500 plantas autóctonas (3.950 angiospermas, 40 gimnospermas y 500 helechos). Unas 1.600 angiospermas y gimnospermas son exclusivas de Japón.
Ese gran número de plantas refleja la gran diversidad climática propia del archipiélago japonés, que se extiende 3.500 kilómetros de norte a sur. Las características climáticas más destacadas son el amplio margen de temperaturas y la gran cantidad de lluvia, que propician conjuntamente la abundante flora del país. Se debe también al clima que casi el 70% de Japón esté cubierto por bosques, cuyo follaje cambia de color significativamente con las diferentes estaciones del año.
La vegetación se distribuye en las cinco zonas siguientes, todas ellas pertenecientes a la zona templada del este asiático: (1) la zona subtropical, que incluye las islas de Ryukyu y Ogasawara, (2) la zona de temperaturas cálidas de bosques de árboles de hoja perenne, que abarca la mayor parte de la zona meridional de Honshu, Shikoku, y Kyushu, en donde los árboles característicos son el shii y el kashi, que son tipos de roble, (3) la zona de temperaturas frescas con bosques de árboles de hojas caducas y de hojas anchas, que cubre las regiones del centro, del norte de Honshu y la parte sudeste de Hokkaido, donde pueden encontrarse hayas japonesas y otras variedades comunes de árboles, (4) la zona subalpina, que incluye el centro y el norte de Hokkaido, donde se destacan el abeto de Sakhalin y el abeto de Yesso, y (5) la zona alpina de las regiones montañosas del centro de Honshu y del centro de Hokkaido, caracterizadas por plantas alpinas, tales como la komakusa (Dicentra peregrina).

  • Fauna de Japón


En la fauna japonesa encontramos muchas especies, entre ellas algunas muy raras, que no existen en los países vecinos. Al igual que la vegetación del archipiélago japonés es muy variada gracias a la heterogeneidad de las condiciones climáticas de norte a sur, encontramos que también está habitado por animales de climas contrastados: animales tropicales del sudeste asiático, animales coreanos y chinos de la zona templada y animales subárticos
En los cálidos mares de las islas Ryukyu habitan peces tropicales de coral de gran colorido, tortugas y serpientes marinas, así como también dugongos y marsopas negras sin aletas. En el mar del norte de la isla central de Honshu encontramos leones marinos, osos marinos australes y ballenas picudas. Algunas veces, animales de la región ártica, como las morsas, visitan Hokkaido, cuya parte más norteña del este la baña el mar de Ojotsk.
En el extremo sur de Japón, las islas Ryukyu están habitadas en su mayor parte por especies tropicales como el águila crestada, el zorro volador y el lagarto mimético.
En las islas de Honshu, Shikoku y Kyushu viven las especies de tanuki (un tipo de mapache), ciervos shika y patos mandarines que provienen todos de los bosques de hoja caduca de Corea y del centro y norte de China. El oso pardo, el gallo de bosque y el lagarto común provienen de los bosques coníferos de Siberia.
La distribución de los animales no tiende a ser continua porque históricamente las islas japonesas se separaron y unieron repetidamente al continente asiático, produciendo una migración de animales muy compleja. Adicionalmente, los animales que se encuentran en una parte en concreto de Japón no son siempre los mismos que los que se encuentran en las zonas correspondientes del continente; muchos sólo se encuentran en Japón.

Topografía



Las islas montañosas del archipiélago forman un arco desde las costas del este de Asia. El territorio nacional incluye las pequeñas islas Bonin u Ogasawara incluyendo la isla Iwo Jima aproximadamente a 1100 kilómetros de las islas principales. La particularidad de que Japón sea un archipiélago produce que ningún punto de Japón este a más de 150 kilómetros del mar.

El punto más cercano al continente asiático es la Península de Corea a una distancia aproximada de 200 kilómetros. Siempre estuvo conectada con el continente a través de rutas marítimas de comercio: en el norte con Siberia, en el oeste desde las islas Tsushima hacia la península coreana y en el sur con los puertos del sur de China.
Tiene aproximadamente un 84% de territorio montañoso, el 14% de la superficie se dedica a actividades agrícola-ganaderas, el 66% a bosques y el 20% restante está dedicado a otros usos, debido a que sus islas son una cadena montañosa en la parte sumergida de la plataforma continental, siendo las islas sus picos. Solo cerca del 25% del territorio es llano y es donde se concentra la población.

Ninguna de las llanuras o valles habitados es amplia. La más grande es la llanura de Kanto, en donde está situado Tokio, y solo tiene 13000 kilómetros cuadrados. Otras llanuras importantes son: la de Llanura de Nōbi, que rodea Nagoya; la de Kinki, en el área de Osaka-Kioto; la de Sendai, que rodea la ciudad de Sendai al noreste de Honshū y la de Ishikari en Hokkaidō. La mayoría de estas llanuras están a lo largo de la costa.

Geografia

Japón es un archipiélago estrato volcánico compuesto por 374.744 km² de islas y 3.091 km² de agua y conformado por 6,852 islas que se extienden a lo largo de la costa asiática este del océano Pacífico y en los archipiélagos de Ryukyu, Izu y Ogasawara. Según el censo de 2005 tiene 127,55 millones de habitantes. El país está ubicado al noreste de China y de Taiwán (separado por el mar de China Oriental), levemente al este de Corea (separado por el mar del Japón) y al sur de Siberia, Rusia. Las cuatro islas principales, de norte a sur, son Hokkaidō, Honshu, Shikoku y Kyushu. La isla de Okinawa (600 km al sudoeste de Kyushu) les sigue en magnitud. Cerca del 73 % del país es montañoso, cada isla cuenta con su cadena montañosa. La montaña más alta es el Monte Fuji (Fujisan), de 3.776 m de altura y le sigue Kitadake, con 3.193 m de altura. Debido a que existe tan poco terreno llano en Japón, muchas colinas y laderas son aprovechadas en su totalidad para el cultivo. Como se encuentra situada en una zona de mucha actividad volcánica resultan frecuentes temblores de pequeña magnitud y actividad volcánica ocasional. Terremotos destructivos ocurren varias veces cada siglo, resultando a menudo en tsunamis.